En el Día Internacional de las Familias, recordamos que en ese espacio sagrado se forjan los valores, la fe y la identidad que nos acompañan toda la vida.
Desde la infancia, es en el amor familiar donde el alma aprende a confiar, a crecer y a mirar al otro con compasión.
La familia no es solo un vínculo de sangre, es un llamado a cuidar, enseñar y acompañar con propósito.
Que este día nos inspire a agradecer, sanar y fortalecer los lazos que realmente nos sostienen.