El Parlamento italiano aprobó, bajo el gobierno de Giorgia Meloni, una ley que restringe la difusión de contenido LGTB+ en colegios públicos y refuerza el control parental sobre la educación sexual.
La norma prohíbe el “relativismo de género” en etapas iniciales, limita el ingreso de activistas externos y reconoce solo las categorías “niño” y “niña” en las escuelas.